Historia y evolución de Maybelline

Historia y evolución de Maybelline



Todo comenzó con una chispa… o mejor dicho, con una mirada. En 1915, Thomas Lyle Williams, un joven visionario de Chicago, observó a su hermana Mabel crear una mezcla casera de vaselina y carbón para resaltar sus pestañas. Aquella sencilla fórmula no solo dio vida a su mirada, ¡sino también a una revolución en el mundo de la belleza! Inspirado por ella, Thomas fundó una marca que fusionaría el nombre de su hermana con el ingrediente clave del primer producto: Maybelline.

Lo que inició como un rímel artesanal se transformó rápidamente en un fenómeno nacional. Durante las décadas de los 20s y 30s, Maybelline comenzó a innovar y a construir un imperio que cambiaría para siempre la forma en que las mujeres se expresaban a través del maquillaje. A mediados del siglo XX, la marca rompió fronteras y se aventuró más allá de Estados Unidos, llevando su estilo audaz y femenino al resto del mundo.

Pero el verdadero punto de inflexión llegó en 1996, cuando L'Oréal adquirió Maybelline. Esta alianza fue como un maquillaje de alto impacto: transformación total. Con el respaldo de una de las compañías de belleza más grandes del mundo, Maybelline despegó hacia una expansión global sin precedentes. Europa, Asia y América Latina fueron testigos del brillo de una marca que se reinventaba con productos más innovadores, fórmulas resistentes y campañas que hablaban directamente a las nuevas generaciones.

Gracias a la tecnología, la investigación y el músculo comercial de L'Oréal, Maybelline diversificó su portafolio con bases, labiales, sombras, correctores y mucho más. Pero no se trataba solo de expandirse… se trataba de incluir. La marca apostó por una belleza real y diversa, ofreciendo tonos para todos los tipos de piel y adaptándose a los nuevos lenguajes digitales, las tendencias de sostenibilidad y las demandas de una audiencia más consciente.

Hoy, Maybelline no es solo una marca de maquillaje. Es un ícono global, una voz en la industria que habla de empoderamiento, innovación y autenticidad. Desde aquel primer frasco de rímel hasta los productos de alto rendimiento que ves en pasarelas, redes sociales y tocadores de todo el mundo, Maybelline sigue demostrando que la belleza comienza con una mirada… pero no termina ahí.



PRODUCTOS ÍCONICOS Y EVOLUCIÓN DE IMAGEN

Si algo ha sabido hacer Maybelline a lo largo del tiempo es reinventarse sin perder su esencia. No solo ha marcado la historia del maquillaje con productos emblemáticos, sino que también ha dejado huella con campañas que conectan con las emociones, las causas sociales y la identidad de su audiencia. Estos son algunos de los hitos que han hecho de Maybelline una leyenda en el marketing de belleza.


Great Lash Mascara (1971): El rímel Great Lash no solo es un best seller mundial, es un ícono de la cultura pop. Con su empaque rosa y verde que grita originalidad y su fórmula de volumen confiable, este producto se convirtió en el primer amor de millones de pestañas. Fue el símbolo de una época… y sigue vigente.

Fit Me Foundation (2009): Este maquillaje en base líquida se hizo popular por su amplia variedad de tonos, lo que permitió a Maybelline atender a diferentes tipos de piel. 
Baby Lips Lip Balm (2010): Este bálsamo labial hidratante y con color fue un éxito instantáneo por su práctico formato y sus propiedades hidratantes.
Color Tattoo Eyeshadow (2012): Estas sombras de ojos en gel ofrecieron una fórmula de larga duración, resistente al agua y de alta pigmentación.

Instant Age Rewind Eraser (2000s): Este corrector de alta cobertura y con aplicador es conocido por su capacidad para difuminar las imperfecciones y ojeras, a la vez que proporciona una apariencia fresca. 


CAMPAÑAS RELEVANTES Y CAMBIOS EN EL SLOGAN

"Maybe she's born with it, maybe it's Maybelline" (1991)

Esta campaña se convirtió en uno de los lemas más icónicos de la marca y sigue siendo sinónimo de Maybelline hasta hoy. La frase "Maybe she's born with it, maybe it's Maybelline" (Tal vez nació con ello, tal vez es Maybelline) se asoció con la idea de que la belleza natural y la perfección no siempre son innatas, sino que pueden ser realzadas con los productos adecuados. 

"The Big Shot" (2017)

La campaña de "The Big Shot", lanzada en 2017, promocionó una de las máscaras de pestañas más exitosas de Maybelline, la Big Shot Mascara. Con la supermodelo Gigi Hadid como embajadora, la campaña resaltó la promesa de un volumen intenso y un acabado dramático para las pestañas. La campaña fue muy visual y dinámica, con un enfoque en la personalidad de Gigi y en cómo el rímel podía transformar la mirada de las mujeres.

"You’re a Firework" (2013)

Esta campaña estuvo acompañada por un remake del famoso himno de Katy Perry, "Firework". La campaña utilizó la canción para transmitir un mensaje de empoderamiento, donde se alentaba a las mujeres a brillar con confianza, como un "fuegos artificiales". El objetivo era inspirar a las consumidoras a sentirse seguras y a destacar su belleza con los productos de Maybelline, especialmente los relacionados con el maquillaje de ojos.

"Make It Happen" (2015)

La campaña "Make It Happen" de Maybelline presentó a celebridades como Megan Thee Stallion y otras mujeres influyentes en el mundo del entretenimiento. Esta campaña se centró en la autoaceptación, la determinación y el poder de las mujeres para lograr sus sueños. El mensaje era claro: las mujeres pueden lograr lo que se propongan, y Maybelline es su aliado en ese camino. En esta campaña, la marca se enfocó en un mensaje de inclusión y diversidad.


"Brave Together" (2020)

La campaña "Brave Together" de Maybelline se centró en la salud mental, específicamente en la lucha contra la ansiedad y la depresión. A través de esta iniciativa, Maybelline se asoció con organizaciones que apoyan la salud mental y brindó recursos para ayudar a quienes enfrentan estos desafíos. Además, la campaña destacó la importancia de ser valiente al hablar de estos temas, mostrando una vez más el compromiso de la marca con causas sociales importantes.


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